El 29 de enero de 2022, en una mesa de trabajo con los y las senadoras de MORENA, la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, informó que la prioridad era producir libros de texto para que los niños y las niñas de México los tuvieran a tiempo.1 La meta: imprimir y distribuir 157.6 millones de libros y materiales educativos gratuitos.
El anuncio no era solamente numérico. Se trataba de una nueva generación de libros, resultado de la colaboración de 24 instituciones externas y dependencias gubernamentales, siete unidades de la Secretaría de Educación Pública (SEP),
en grupos de trabajo constituidos desde 2019.
En ese momento se contaba ya con la propuesta inicial del Marco Curricular y Plan de Estudios de Educación Básica 2022 (MC-PE 22)2, elaborada por expertos, universitarios y maestras frente a grupo. La siguiente etapa era darla a conocer, convocar a autoridades educativas, maestros, institutos y organismos; discutirla en asambleas estatales, sistematizar las recomendaciones y sugerencias, recapitular y efectuar una revisión final.
El 31 de enero, en el Boletín No. 26 , la misma SEP reseñó el inicio del análisis del plan y programas de estudio para el diseño de los Libros de Texto Gratuitos de Educación Básica, con la realización de la primera asamblea en Veracruz; de 32 que se llevarían a cabo en todo el país, y que terminarían el 25 de marzo.