DECLARACIÓN

Corría el año 2014, la reforma educativa del Pacto por México apenas despuntaba; no obstante, había señales que indicaban que se trataba de algo muy diferente a las reformas anteriores. Eso pensábamos entonces.

Al principio fue mera curiosidad; después empezamos a conversar, con franco interés, sobre las declaraciones y noticias que aparecían en los medios. Poco a poco quedamos atrapadxs en el devenir incesante de los sucesos. De la curiosidad pasamos al interés, luego éste se transformó en persistencia. Ahora casi una forma de vida..

El seguimiento continuo de la mayor cantidad posible de información, procedente de múltiples fuentes, se convirtió en una tarea diaria; al tiempo que tratábamos de irla sistematizando, no dejábamos de pensar en cómo se relacionaban tantas piezas aparentemente sueltas. Sin darnos cuenta, nos embarcamos en un proceso de investigación que no sabíamos hasta dónde llegaría ni a dónde nos llevaría.

Nos guiaba la intuición inicial de que algo muy importante estaba ocurriendo; entenderlo nos tomó un buen tiempo, requirió de un riguroso trabajo metódico, largas horas de discusión e intercambio de información. No faltó la diversión ni el deseo de saber, tampoco las risas, comidas y bebidas compartidas, todos esos buenos momentos, de los que por cierto seguimos disfrutando gracias al gran afecto que nos tenemos desde hace largo tiempo.

Fue así que emprendimos una aventura intelectual y nos hicimos cómplices de una travesía que ha durado algo más de cinco años. Queríamos saber frente a qué estábamos, comprender qué era eso de la reforma educativa y por qué si había nacido con tanto consenso político, era objeto de repudio por parte del magisterio. La primera vez que expusimos nuestras primeras conjeturas en un simposio, académicos y activistas nos escucharon escépticos, alguno nos comentó que era demasiado pronto para saber lo que queríamos. Pero a nosotrxs no nos convencían las explicaciones que reducían todo a la evaluación, mucho menos esa  fórmula que luego se convirtió en un canon crítico: “La mal llamada reforma educativa y la evaluación punitiva”.

Ya muy avanzada la investigación, en medio de intensas movilizaciones, caímos en cuenta de que las redes sociales eran un auténtico campo de batalla; ahí se encontraban buena parte de las claves para entender la contienda y su desenvolvimiento. Por ahí circulaba de todo: reclamos, denuncias, convocatorias, protestas, exigencias, posicionamientos, las voces de los diversos protagonistas que aportaban valiosos testimonios. No podíamos dejar de lado esas expresiones, resultaban fundamentales para entender las luchas, las disputas y conflictos. Decidimos entonces crear una página de Facebook a la que llamamos Crítica de la Reforma Educativa. Las líneas que escribimos para describir su contenido, advertían lo siguiente:

“En esta página se proporcionan herramientas para el análisis y para la acción. No trata de construir verdades, ni elaborar manifiestos, sino disponer instrumentos para la reflexión colectiva. No circula consignas, sino información, análisis, acciones, preguntas, documentos: un kit de herramientas. Eso es”.

Desde ese espacio comenzamos a difundir notas periodísticas, reportajes, testimonios gráficos y escritos que daban cuenta de las protestas, las amenazas y las luchas magisteriales; descubrimos también numerosas cuentas creadas por y para les, las y los maestros. La revuelta magisterial en contra de la evaluación docente obligatoria estaba en su apogeo; paralelamente, en el sistema educativo ocurrían muchas cosas: nuevos programas, múltiples decisiones y cambios a las formas de organización de las escuelas comenzaron a aplicarse, sin que el magisterio movilizado prestara atención a todo ello.

La investigación comenzó a rendir frutos.

Logramos reconocer las condiciones que hicieron posible la reforma, también los medios de intervención utilizados, los cambios en los modos de administrar recursos, los momentos y etapas del proceso, cómo se enlazaban entre sí, prestando atención a los detalles, sin dejar de lado los permanentes conflictos y resistencias.

Resultado de este esfuerzo es la producción de siete textos que documentan el proceso de la reforma educativa del Pacto por México 2012-2018; los debates, promesas y posturas de diferentes grupos que, en el marco de la contienda electoral, hicieron de esta reforma una promesa de campaña, hasta llegar a la aprobación de la reforma constitucional del gobierno de la IV Transformación.

Cuando los dos primeros libros vieron la luz, surgió la necesidad de difundir, compartir y dar a conocer los resultados, especialmente entre los, les y las maestras en lucha; nos interesaba contarles que eso que ya todos calificaban como “mal llamada reforma educativa”, era mucho más que evaluaciones. Primero lo intentamos publicando algunos artículos en el diario La Jornada; pero la crítica sin concesiones no siempre es bien recibida, así que nuestras colaboraciones no llegaron muy lejos.

Decidimos buscar otras opciones; tocamos la puerta en el Portal Insurgencia Magisterial; enviamos un primer artículo y de inmediato la respuesta fue positiva. Ese fue el inicio de una amistad que ha ido creciendo; Oswualdo Antonio González, director del portal, nos dio cobijo, abrió un espacio de comunicación en un momento en el que los críticos y académicos funcionales al poder, junto con las dirigencias de la resistencia magisterial, copaban los medios.

El 20 de agosto de 2017, luego de publicar algunos artículos sueltos sobre la reforma educativa en Insurgencia Magisterial, surgió la idea de dar vida a una columna quincenal. Desde entonces, a veces cada semana, quincena o cuando se puede, publicamos los Cortocircuitos, artículos en los que comentamos, reflexionamos y analizamos desde una postura crítica, la política de la educación, sin reducirla a la escolarización.

Desde fines del 2019, un virus de nombre SARS-CoV-2 se desplazó a toda velocidad por el mundo, hasta convertirse en una pandemia. En México, como en la mayoría de los países, el gobierno tomó la decisión de declarar un período de confinamiento, junto con la adopción de diversas medidas de protección para evitar contagios.

La pandemia es un acontecimiento histórico político, con múltiples efectos en todos los planos de nuestra existencia. Nos enfrentamos a un mundo en conflicto, en el que coexisten y se enfrentan múltiples fuerzas. Particularmente, aunque no de manera exclusiva, nos interesa continuar con la pesquisa de lo que está ocurriendo en el territorio educativo en este momento pandémico, sin desdeñar la experiencia previa, sino todo lo contrario. Son tiempos difíciles, por lo mismo, es necesario cuestionar nuestros principios, nuestros valores, nuestras formas de pensar y de sentir. Qué mejor que una pandemia que ha alterado todo y nos ha afectado a todxs, para comenzar una nueva etapa.

Es así como surge Insurrección Pedagógica, así decidimos nombrar a esta especie de segunda época de nuestra travesía intelectual; el blog es una manera de darle vida y materializarla, sin romper ni negar nuestra historia.

Las secciones que componen este espacio como el contenido publicado y por publicar, expresa nuestro renovado compromiso con la crítica, ahora a través de una escritura sin ataduras, reafirmando el código que asumimos desde la creación de Critica de la Reforma Educativa y después en la presentación de la columna Cortocircuitos:

  • Asumimos la crítica como un instrumento para desafiar lo existente y cuestionar las formas de sujeción y los regímenes de poder.
  • No pretendemos hablar por los demás, tampoco representar a quienes luchan, mucho menos ser la conciencia crítica de la época, ni decirle a los demás qué hacer, cuándo o cómo.
  • Concebimos el trabajo de la crítica como una práctica de lo heterogéneo que se desafía a sí mismo para producir algo en común. Es un trabajo de los distintos que producen algo en común sin dejar de ser distintos.
  • Nos reconocemos como un colectivo heterogéneo, una banda que produce textos en común a partir de discusiones permanentes.
  • No pretendemos proponer programas ni leyes, pero sí procedimientos, instrumentos, técnicas e interpretaciones acerca de cómo se pensaron y cómo se hicieron y que efectos producen.

Insurrección Pedagógica es una declaración, una provocación, una confesión, un recuento, una renovación de nuestro compromiso con la crítica. Pero ante todo, es una  convocatoria a emprender una lucha cognitiva, a la vez que una invitación a la creación-efectuación de nuevos posibles

Otoño del 2020

Roberto, Lucía y Marcelino

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