Este texto surge del vacío, de las oquedades; se forma en los huecos de los libros, en los desechos de las investigaciones, en las grietas de los reportes; crece en los márgenes de los informes, en las fisuras de los documentos, en las carreras fracasadas, en los cuerpos magullados, en las fallas de los protocolos. Es un muestrario de páginas no escritas, de papeles abandonados y archivos amarillentos; una recopilación de secretos a media voz, de fragmentos diseminados e historias añejas. Apenas alcanza a transcribir ecos de voces inaudibles, de gritos ahogados y silencios compartidos; acaso, registra minucias desperdigadas, batallas desconocidas, fruslerías laborales o naderías burocráticas.

No podrá encontrarse aquí ningún trayecto ejemplar, ninguna aventura reconocida, ningún diagnóstico, menos aún resultados, recomendaciones o directrices. Quizás preguntas balbuceantes, dudas 12La parte de la sombra . Ejercicios de problematización razonables, titubeos, vacilaciones, recelos ante lo evidente. Se propone atisbar en la penumbra, en la zona nebulosa de lo evidente, en lo que no se voltea a ver, aunque se sepa que está ahí: en la parte sombría de lo cotidiano. Sus fuentes son el silencio y el desdeño, el abandono y la negación. Dubitativo y preguntón, repta en los intersticios de lo real, entre las palabras y las cosas, entre los hechos y los recuerdos. Brota en las hendiduras del poder y del saber, entre lo que se ve y se dice, se piensa y se escucha, se hace o se niega.