Este texto es el fruto de una complicidad, aquella que fluye espontáneamente cuando se han cultivado lazos de amistad. Ésta constituye la base desde la cual maestras con perfiles, edades, formaciones, trayectorias profesionales y vivencias diversas, pero unidas por inquietudes similares, aceptaron la invitación para encontrarse virtualmente y conversar sobre sus experiencias de lucha por la vida en el sentido más amplio del término.

El desenlace de este encuentro tan feliz y productivo se materializa en este libro, que recopila un conjunto de testimonios heterogéneos, articulados de un modo u otro por preocupaciones comunes sobre enseñanza, el cuidado, las luchas magisteriales y la vida. Estas esferas, habitualmente percibidas como separadas, se entretejen en Lucía Rivera Ferreiro esta obra.

Apostando por la circulación de su palabra, la magisteria revoltosa expone y comparte aquí múltiples experiencias de lucha en torno al cuidado y la enseñanza. Al mismo tiempo, cuestionan las injusticias y desigualdades lacerantes. Uno a uno, cada relato presenta a una magisteria que nunca se queda quieta ni indiferente; se ve continuamente interpelada por la realidad política, social y educativa, lo que la insta y convoca a no rendirse, a buscar respuestas, salidas y rendijas para luchar desde todas las trincheras posibles por un mundo mejor.

Los tres epígrafes del Comité Invisible con los que se inicia este libro representan una especie de declaración de intenciones: pensar en otra idea de la vida, compartir antes que economizar, conversar en vez de silenciar la palabra, luchar en lugar de sufrir. Acciones cotidianas que refieren a la atención y al cuidado como dormir, luchar, comer, celebrar, conspirar o debatir, aunque pasen a menudo desapercibidas, son igualmente o más relevantes que los sindicatos, los partidos o incluso el Estado. Esto es, más o menos, lo que se intenta subrayar, provocar y convocar en lxs lectorxs.